Jueves, 31 julio 2025
La gestión del alcalde Ruperto Fernández Sernaqué en la Municipalidad Distrital de La Unión (Piura) está en el ojo de la tormenta tras revelarse que, pese a una reducción presupuestal, ya se habría ejecutado más de S/ 111 mil soles en supuestos trabajos de mantenimiento, muchos de ellos limitados a simples pintadas en parques y plazas.
Lo que indigna a la ciudadanía no es solo el monto, sino la baja calidad de los trabajos. Basta con recorrer la Plaza de Armas, el Palacio Municipal y el Parque César Pinglo para notar que las obras presentan serias deficiencias. ¿Cómo justificar semejante gasto?
Pero el escándalo va más allá de la pintura mal aplicada. Varios contratos habrían sido adjudicados a supuestos proveedores vinculados al entorno del alcalde, así como a empresas de la sierra piurana, zona de origen de José Lenín Surita Chasquero, actual jefe de Abastecimiento, señalado por su cercanía con presuntos proveedores cuestionados.
Para muchos, este modus operandi recuerda con inquietante similitud a prácticas oscuras de gestiones anteriores, como la del exalcalde Percy Yamunaqué Chero, donde se detectaron servicios fantasmas y pagos inflados por trabajos no realizados o hechos por el propio personal municipal.
Además, se habla de que uno de los proveedores actuales estaría vinculado familiarmente a una exautoridad municipal, lo que será materia de verificación mediante pedidos de acceso a la información pública.
Finalmente, la repetida contratación de empresas que ya trabajaban con el cuestionado exalcalde Walter Ayala Antón, duramente criticado por su mala gestión, enciende las alarmas de un posible continuismo en las malas prácticas administrativas.
Vecinos, dirigentes y actores sociales ya exigen explicaciones claras. ¿Está la Municipalidad de La Unión priorizando a sus amigos por encima del bienestar ciudadano





