Por no alcanzar los votos requeridos Congreso frena polémica reforma: no habrá reelección inmediata ni eliminación de movimientos regionales
Por no alcanzar los votos requeridos Congreso frena polémica reforma: no habrá reelección inmediata ni eliminación de movimientos regionales
Miércoles 20 noviembre 2024
En una decisión que marca un fuerte revés para la clase política, el Pleno del Congreso rechazó este miércoles 20 de noviembre la segunda votación de la reforma constitucional que permitía la reelección inmediata de alcaldes y gobernadores regionales, además de la eliminación de los movimientos regionales. La propuesta obtuvo 76 votos a favor, 33 en contra y 6 abstenciones, quedándose lejos de los 87 votos requeridos para su aprobación.
La iniciativa buscaba modificar los artículos 35, 191 y 194 de la Constitución Política bajo el argumento de «fortalecer la democracia representativa». En mayo pasado, el dictamen había superado su primera votación con un amplio respaldo de 92 votos a favor, pero la segunda legislatura no ratificó el apoyo necesario, dejando en el aire su aplicación.
El proyecto, respaldado por diversos sectores políticos, generó intensos debates al plantear cambios significativos en el escenario electoral: la posibilidad de que las autoridades locales y regionales se perpetúen en el cargo mediante la reelección inmediata y la desaparición de los movimientos regionales, considerados por algunos como necesarios para descentralizar el poder, pero criticados por otros por su falta de institucionalidad.
¿Reforma mal calculada o decisión prudente?
El rechazo refleja una creciente preocupación entre legisladores sobre los riesgos de concentrar poder en autoridades locales a través de la reelección, un tema sensible en un país marcado por escándalos de corrupción a nivel subnacional. Además, la eliminación de los movimientos regionales despertó críticas desde regiones que ven en estas agrupaciones una herramienta clave para dar voz a sus demandas en el contexto nacional.
El fracaso de esta reforma reaviva el debate sobre la necesidad de equilibrar la representación política con la urgencia de prevenir abusos de poder y garantizar una democracia más inclusiva y descentralizada